miércoles, 5 de noviembre de 2008

A vueltas con la memoria


A finales del año 2007, concretamente en el mes de octubre, llegaba al Congreso de los diputados el proyecto de ley de la denominada "Memoria Histórica", por el cual se intentaba restañar todas aquellas atrocidades que se cometieron durante la Guerra Civil y sobre todo, durante la época franquista.

Pues bien, pasado un tiempo parece que lo que empezó siendo un canto al viento, una ley que parecía no tenía mucho recorrido se ha acabado convirtiendo en un frente de batalla entre las diferentes instituciones que componen el Estado español. Mas aún desde que la Justicia, con la figura del juez Garzón a la cabeza (al que muchos tildan de narcisista), se ha proclamado competente para determinar si los hechos acaecidos durante la dictadura franquista pueden ser crímenes contra la humanidad o no.

No obstante, como bien advertía César Homero, profesor de Derecho Civil de la Universidad Pablo de Olavide en un artículo publicado en ABC en el pasado día de Todos los Santos, "supone una oportunidad para hacer justicia con algunas de las víctimas del franquismo", pero no a cualquier precio, puesto que ha habido un gran "oportunismo" desde muchos ámbitos de la sociedad incluido el historiográfico, que ha quedado muy lejos del realizado en la Alemania de los 70, el Historikerstreit.

Ahora bien, es cierto que se puede estar de acuerdo en muchos aspectos con las opiniones vertidas hasta la fecha, pero hay algunos aspectos que se deben destacar. El primero de ellos es el que plantea la conversión de la "memoria histórica" en un proceso penal, algo que se tildado incluso de delito y que se discute aludiendo a la Ley de Amnistía del 77 (ley que por otra parte supuso un importante impulso de la Transición política). Sin embargo, en el fondo lo que se está intentando es medir los genocidios con distintos rasero, o es que ¿los crímenes que se produjeron en el Chile de Pinochet sí son delitos contra la humanidad y los cometidos por Franco no?.

En realidad nunca se puede hablar de crímenes de guerra, puesto que los que se llevaron a cabo durante la dictadura fueron en período de 'paz', no existían acciones armadas, el único delito que se cometía entonces era el de pensar diferente al régimen. En el fondo lo que se está juzgando en este proceso penal es la hipocresía de la sociedad española que sólo ve la paja en el ojo ajeno.

Es más desde la Unión Europea, se pide que derogue la amnistía del 77, aunque no es necesario, pues para aquel que no lo sepa, los crímenes de guerra no prescriben, siguen vigentes.

Fosas comunes

En otro orden de cosas la exhumación de los cadáveres que permanecen en las fosas comunes ha despertado una gran polémica, aunque como era de esperar el caso más famoso es el que tiene que ver con la figura de Federico García Lorca. Incluso dentro del seno de su propia familia hay discrepancia sobre la oportunidad o no de que abierta la fosa en la que yacen sus restos mortales.

En el fondo éste caso no deja de ser un anécdota, lo realmente importante es que aquellas personas que vieron morir a sus maridos, hijos etc tengan la oportunidad de dar una sepultura digna a su seres queridos y saber con certeza que los restos que les van a entregar son los que les corresponde, todo lo demás no son más que espúreos intereses políticos que intentan ensuciar y volver a abrir lo que el tiempo se está encargando de cerrar, es decir, la heridas de una guerra y una dictadura a la que la sociedad ya se puede enfrentar, desde la perspectiva del tiempo sin temor a que la España democrática se vuelva a dividir en las dos Españas.

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