La universidad española mirada desde la perspectiva europea, sigue con su caída libre en lo que respecta a la calidad de la enseñanza. Esta vez no tiene nada que ver con informes PISA ni con la opinión de algún iluminado rector. Esta vez, tiene que ver con el destino de las conocidas Becas Erasmus.
Según un estudio de la UE, los universitarios del ámbito común europeo sólo vienen a España en un porcentaje ínfimo, un 2%. No obstante, los datos de tan prestigioso documento no se quedan ahí, los motivos por los que los alumnos europeos eligen la vieja piel de toro son fundamentalente tres, el sol, la playa y la diversión. De este modo, es por lo que las becas erasmus son más conocidas entre los estudiantes como 'Becas Orgasmus'.
Del mismo modo, el estudio resalta la facilidad con la consiguen sacar adelante sus asignaturas los estudiante foráneos, a pesar de pasarse el día de tumbona en tumbona.
Teniendo en cuenta todo esto, lo único que se puede decir es que la universidad española desde luego no está nada bien vista a los ojos de las autoridades europeas. Pero no sólo eso, lo que está claro es que subyace el tema de la calidad. Esa calidad que se quiere 'recuperar' acudiendo al plan Bolonia, no por que sea la mejor solución sino más bien porque en España siempre se ha tenido la sensación que todo aquello que viene de fuera es mejor.
Puede ser que a veces sea cierto, pero hay otras, como es el caso, que no es así. Lo único que se va a conseguir con la convalidación de estudios al espacio europeo es que los estudios se acaben conviertiendo en algo elitista (como era hasta no hace demasiado tiempo).
Nos hablan de que con los nuevos grados, los alumnos que quieran podrán empezar un carrera, por ejemplo en España y acabarla en Italia (si así lo desease). No obstante, lo que no nos dicen es que para poder hacer esto es necesario solicitar becas. Unas becas que no se van a ampliar ni en cuantía ni en número.
Entonces ¿a quíen favorece todo esto? pues, como en épocas pasadas, a todos aquellos que se lo puedan permitir, ya que sin becas que te ayuden y sin poder compaginar trabajo y estudios (debido a la dichosa evaluación continua) va a ser difícil.
En este sentido, si todo esto significa la calidad que nos quieren imponer, lo mejor es que los alumnos que vengan aquí sigan siendo 'orgasmus' y sigan disfrutando del sol, la playa y la diversión.
Alternativa
De todas maneras, si lo que se quiere es mejorar la imagen de la universidad española es relativamente sencillo. Aquí algunas alternativas:
- En relación con los máster; en lugar de ponerles nombres tan rimbombantes que luego no tienen nada que ver con lo que se enseña, lo que debieran hacer es precisamente eso, que lo que diga el título sea lo que muestre el contenido.
- En cuanto a la enseñanza; está claro que hay que tener una base de conocimientos, pero lo lógico sería que lo que te enseñen en las diferentes carreras, sea lo que luego existe en el mercado de trabajo. De este modo, los recién titulados nos ahorraríamos muchos disgustos en forma de sueldos ridículos y precariedad laboral.
- En referencia a los dirigentes; mejor sería que dejasen de darnos lecciones aquellos que ostentan puesto de poder 'por enchufe' sin apenas tener el graduado escolar. Aunque claro es más fácil llevarse el dinero, que saber sumar.
Para finalizar si todo esto cambiara, cosa que dudo, la universidad dejaría de ser un lugar de diversión para los erasmus y se convertiría en lo que nunca debió dejar de ser, un lugar donde te preparan para un futuro, sin arruinarte el presente.
Según un estudio de la UE, los universitarios del ámbito común europeo sólo vienen a España en un porcentaje ínfimo, un 2%. No obstante, los datos de tan prestigioso documento no se quedan ahí, los motivos por los que los alumnos europeos eligen la vieja piel de toro son fundamentalente tres, el sol, la playa y la diversión. De este modo, es por lo que las becas erasmus son más conocidas entre los estudiantes como 'Becas Orgasmus'.
Del mismo modo, el estudio resalta la facilidad con la consiguen sacar adelante sus asignaturas los estudiante foráneos, a pesar de pasarse el día de tumbona en tumbona.
Teniendo en cuenta todo esto, lo único que se puede decir es que la universidad española desde luego no está nada bien vista a los ojos de las autoridades europeas. Pero no sólo eso, lo que está claro es que subyace el tema de la calidad. Esa calidad que se quiere 'recuperar' acudiendo al plan Bolonia, no por que sea la mejor solución sino más bien porque en España siempre se ha tenido la sensación que todo aquello que viene de fuera es mejor.
Puede ser que a veces sea cierto, pero hay otras, como es el caso, que no es así. Lo único que se va a conseguir con la convalidación de estudios al espacio europeo es que los estudios se acaben conviertiendo en algo elitista (como era hasta no hace demasiado tiempo).
Nos hablan de que con los nuevos grados, los alumnos que quieran podrán empezar un carrera, por ejemplo en España y acabarla en Italia (si así lo desease). No obstante, lo que no nos dicen es que para poder hacer esto es necesario solicitar becas. Unas becas que no se van a ampliar ni en cuantía ni en número.
Entonces ¿a quíen favorece todo esto? pues, como en épocas pasadas, a todos aquellos que se lo puedan permitir, ya que sin becas que te ayuden y sin poder compaginar trabajo y estudios (debido a la dichosa evaluación continua) va a ser difícil.
En este sentido, si todo esto significa la calidad que nos quieren imponer, lo mejor es que los alumnos que vengan aquí sigan siendo 'orgasmus' y sigan disfrutando del sol, la playa y la diversión.
Alternativa
De todas maneras, si lo que se quiere es mejorar la imagen de la universidad española es relativamente sencillo. Aquí algunas alternativas:
- En relación con los máster; en lugar de ponerles nombres tan rimbombantes que luego no tienen nada que ver con lo que se enseña, lo que debieran hacer es precisamente eso, que lo que diga el título sea lo que muestre el contenido.
- En cuanto a la enseñanza; está claro que hay que tener una base de conocimientos, pero lo lógico sería que lo que te enseñen en las diferentes carreras, sea lo que luego existe en el mercado de trabajo. De este modo, los recién titulados nos ahorraríamos muchos disgustos en forma de sueldos ridículos y precariedad laboral.
- En referencia a los dirigentes; mejor sería que dejasen de darnos lecciones aquellos que ostentan puesto de poder 'por enchufe' sin apenas tener el graduado escolar. Aunque claro es más fácil llevarse el dinero, que saber sumar.
Para finalizar si todo esto cambiara, cosa que dudo, la universidad dejaría de ser un lugar de diversión para los erasmus y se convertiría en lo que nunca debió dejar de ser, un lugar donde te preparan para un futuro, sin arruinarte el presente.
1 comentario:
Muy interesante :)
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